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Desde el comienzo del primer siglo, los Cristianos han sido martirizados por predicar públicamente el evangelio, y también Cristo nos dijo que esta clase de persecución se vería en los últimos días.
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Seguramente los Cristianos en el Medio Oriente no necesitan oír acerca de la “persecución venidera” porque ya la han estado viviendo por muchos años. Los Cristianos están siendo torturados, decapitados, y crucificados por grupos terroristas tales como ISIS, y en otras áreas del Medio Oriente, la persecución está siendo impuesta a nivel nacional por el gobierno.
Sin embargo, también esta persecución creciente se ha estado viendo en otros lugares además del Medio Oriente. Por ejemplo en Rusia, días atrás se aprobó una ley muy controversial que prohíbe la predicación en lugares públicos.
Según medios internacionales, el presidente ruso Vladimir Putin firmó el pasado jueves (7), un “paquete de medidas para combatir el terrorismo”.
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El paquete contiene una serie de disposiciones que han suscitado preocupación entre los cristianos, incluyendo la exigencia de que los evangélicos le pidan una “autorización del gobierno” para compartir su fe con otras personas.
El proyecto de ley de la parlamentaria Irina Yarovaya que terminó siendo llamado por el apellido de su propia autora, tendría como objetivo “proteger a los ciudadanos de los terroristas en el país y castigar severamente a los que están financiando o ayudando al terrorismo”.
Este es un claro ejemplo de que esta persecución venidera ha comenzado a dar sus primeros pasos en Rusia.
Ahora bien, no solo en Rusia se han visto esta clase de medidas, en China, un fuerte aliado político y armamentístico de Rusia, esta persecución ya ha costado la vidas de varios Cristianos.
También de fuentes internacionales se conoció una campaña promovida por el gobierno Chino desde finales del 2013 que se ha enfocado en remover las cruces de los techos de las iglesias. La iniciativa ha herido las susceptibilidades de millones de cristianos en el país.
“Es una violación flagrante de la dignidad de la fe cristiana, y del derecho a la libertad de religión establecido en la Constitución”, escribió un usuario de Weibo, el Twitter de China. Otro cibernauta señaló que solo dos ‘instituciones’ en el mundo quitaban las cruces de las iglesias: “¡El Estado Islámico y China”.
Muchos analistas y miembros de la comunidad cristiana consideran que el objetivo de la campaña es detener la creciente influencia del cristianismo en el país, donde el número de creyentes, estimado en cien millones, supera el número de miembros del Partido Comunista.
Ante tales hechos bien claros, podemos ver que la “persecución venidera” de la que habló Jesucristo, ya no está tan lejos como uno podría imaginar, sino que ya es algo que está en acción, y cada vez más países del globo están comenzando a tomar medidas para cersenar o coartar las libertades de los que son Cristianos.
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