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Un video de YouTube ha causado gran impacto en las redes sociales cristianas, donde se observa a un reconocido pastor de Brasil y su esposa llevando a cabo un culto especial. Durante este evento, invitaron a personas que buscaban un milagro. En dicho culto, la pastora y apóstola Ingrid colocó en el altar un sillón de estilo real y declaró a los congregantes que había recibido una revelación de Dios: aquellos que besaran sus pies y ofrecieran una donación de 100 dólares verían sus milagros cumplidos de inmediato.
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Este tipo de prácticas se reflejan en la Biblia, como en el caso de Simón el Mago, relatado en Hechos 8:9-10: “Pero había un hombre llamado Simón, que antes practicaba la brujería en Samaria y asombraba a la gente, haciéndose pasar por alguien importante. Todos, desde el más pequeño hasta el más grande, lo seguían y decían: ‘Este hombre es el gran poder de Dios’”.
La maldad de Simón continuó más adelante, como se describe en los versículos 19 y 20: “Denme también a mí ese poder —dijo Simón— para que, al imponer las manos sobre alguien, reciba el Espíritu Santo”. Pero Pedro le respondió: “¡Que tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se puede comprar!”.
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Sabemos que la Biblia condena firmemente estas conductas donde la fe se comercializa y se manipula el sistema de creencias cristiano para obtener resultados milagrosos a cambio de dinero. Además, el acto de besar los pies genera indignación, ya que refleja cómo algunos ministros se consideran superiores a los fieles.
Este tipo de ministros ha sido duramente criticado en Brasil por sus prácticas contrarias a los principios bíblicos. Sin embargo, resulta sorprendente la cantidad de personas que siguen llenando sus iglesias, impulsadas por la superstición y en busca de sanidad y milagros.
Vivimos en tiempos en los que se utiliza el nombre de Dios en vano para obtener riqueza y lujo. No debemos olvidar que el juicio de Dios comenzará por su casa, y nadie podrá detenerlo. Les exhortamos, hermanos, a defender la fe y que el Señor les dé fortaleza y dirección.
Este es el momento en que la TV muestra el suceso:
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