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La semana pasada, el monarca saudí reinante reemplazó a un príncipe heredero por otro, dividiendo aún más el mundo fragmentado del Islam, aumentando las tensiones entre el Islam sunita y los chiítas.
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La actualidad cambiante en el Medio Oriente causa en analistas políticos un dilema, sin embargo este mismo desarrollo se predijo específicamente en una antigua fuente judía, y un rabino, experto en profecía de los últimos días, explicó que este cambio global en la política está volviendo.
El mundo se encuentra marco más bíblico.
El Príncipe Mohammed es actualmente el ministro de Defensa del reino y es un líder regional en la oposición sunita a Irán. El príncipe Mohammed ha unido a la mayoría de los países sunníes en una Unión regional para oponerse al alza de fuerza de las naciones chiítas, lideradas por Irán. Ambos grupos, sunnitas y chiítas, están peleando mediante fuerzas de poder en varios países árabes, incluyendo Siria y Yemen.
En su rol de ministro de Defensa, Mohammed bin Salman determinó al grupo chiita Hezbollah como un grupo terrorista, lideró el movimiento para aislar a Qatar por su creciente cooperación con Irán y estableció varios acuerdos de armas con los EE.UU. Mohammed bin Salman ademas está informado de tener estrechos vínculos con funcionarios de defensa israelíes.
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Esta reorganización real posee expertos políticos en constante estado de nervios, sin embargo las implicaciones son terribles. El presidente estadounidense, Donald Trump, está trabajando en una coalición para oponerse a Irán, y aguarde a que Arabia Saudita tenga un papel de liderazgo en ella, pese a que ahora no está claro cómo encaja el nuevo rey saudita o cómo las otras naciones musulmanas, amigos y enemigos , reaccionarán.
La condecoración de Mahoma como el sucesor del trono coincide a la secuencia de eventos prevista en el Yalkut Shimoni, una agrupamiento de comentarios rabínicos sobre la Biblia, se especula que se escribió en el siglo 13. En la sección que trata del Libro de Isaías, aparece el siguiente pasaje:
“Rabí Yitzjak dijo: ‘En el año en que aparece el Mesías-Rey, todas las naciones del mundo se están provocando. El rey de Persia (Irán) provoca a un rey árabe y el rey árabe se vuelve a Aram para consejo. Y el Rey de Persia (Irán) regresa y destruye el mundo entero. Y todas las naciones del mundo están en pánico y angustia, y caen sobre sus rostros y se apoderan de dolores como los de una mujer que da a luz, e Israel está en pánico y angustia y preguntando ‘¿adónde iremos? ¿Dónde iremos? ‘, Y les dice:’ Hijos míos, no temáis; Todo lo que he hecho, lo he hecho sólo para ti. ¿Por que tienes miedo? No tengas miedo, tu tiempo de redención ha llegado, y la redención final no es como la primera redención, porque la primera redención fue seguida por el dolor y la servidumbre bajo otros reinos, pero la redención final no es seguida por el dolor y la servidumbre bajo otros reinos . ”
El rabino Pinchas Winston, explicó que en el contexto de esta profecía, Irán podría de hecho ser identificado como su anterior nombre: la nación de Persia. El rey árabe mencionado en el texto podría ser el rey de Arabia Saudí, presente o futuro. Sin embargo la identidad de Aram es mucho más problemática.
“Geográficamente, Aram era Babilonia, conocida hoy como Irak”, dijo el rabino Winston a Breaking Israel News. “Pero no necesariamente se reduce a eso. Cuando la Biblia usa estos nombres nacionales, los identifica también por sus características, por su naturaleza-alma. ”
El rabino Winston argumenta que es necesario retroceder y observar la profecía en el contexto de un panorama más amplio.
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“Lo que la profecía nos dice en un nivel básico es que cuando ocurren estas cosas específicas, significa que las cosas se están moviendo”, dijo el rabino. “Deberías estar buscando algo significativo, algo impresionante y tembloroso, que sucederá de maneras que no tienen sentido a menos que lo veas en una luz divina”.
El rabino Winston declaró enfáticamente: “el mundo ha vuelto a una realidad bíblica en la cual la profecía es más relevante que nunca.”
“En los tiempos de la Biblia, incluso el pueblo malvado creía en Dios, pero entonces el mundo entró en un período de hester panim (el esconder del rostro de Dios)”, explicó el rabino. “Se hizo posible no creer en Dios. Volvemos al marco bíblico, cuando los acontecimientos actuales se vuelven similares a los acontecimientos de la Biblia, porque Dios se revela de nuevo “.
En comparación con los analistas políticos que desconocen el origen de los acontecimientos actuales, el rabino parecía claro.
“Cuando puedas empezar a leer la historia y los acontecimientos actuales de vuelta a la Biblia, eso es en sí mismo una señal de que estamos en los tiempos del Mashíaj (Mesías)”, dijo. “En este punto, parece que esto no tiene nada que ver con Israel, pero como sabemos, al final de los días todo se reduce a Israel”.
Fuente: Breaking Israel News
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