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A lo largo de los años, hemos sido testigos de un terrible fracaso de liderazgo. Todo esto se arruina desde el ámbito moral y ético, lo cual involucra a pastores muy reconocidos, figuras deportivas y políticos.
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Como si hubiese trabajo de cerca con varios lideres de iglesias durante los últimos 30 años, he analizado los siguientes puntos, con el propósito de que podamos percibir cuando un líder esta decayendo, y aprovecho la oportunidad también para enseñarle a los mas jóvenes para que eviten estos errores.
De una u otra forma, nos hemos equivocado, y de esas situación hemos aprendido parte de lo que es un líder, esas experiencias debemos transmitirla hacia la juventud.
Veremos estas siete señales de advertencia antes del fracaso del liderazgo:
Como primer punto, por lo general un líder antes de caer, mantiene su tiempo con muchas tareas durante casi todo el día y no sacan tiempo para la renovación personal. En cuanto a las muchas actividades no siempre es productivo, porque mantenerse a un ritmo acelerado estar de aquí o allá, los resultado de esa rutina puede recortar tu tiempo de reflexión con Dios, hace que tu alma se sienta vacía, y a partir de ahí actuaras conforme a tu propia voluntad y el Espíritu Santo se apagara. Quedras escapar de la presión de la vida: viendo pornografía, adulterando y con entretenimientos seculares.
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Segundo punto: algo muy común es el aislamiento, como señal antes de caer un líder, evitan todo tipo de comunicación con sus compañeros a modo de consejo, en esos momentos solo desean estar solos.
Tercer punto: no dedicarle tiempo a su conyugue o familia, es una clara señal de que un líder esta decayendo, La palabra dice: no es bueno que el hombre este solo. Yo he visto a varios lideres que se la pasan viajando y no tienen tiempo de estar con su familia, muy pocas veces paran en sus casa. El primer liderazgo comienza en casa, sin esa base, el líder solo tendrá un conocimiento superficial como empresario o ministro. Se debe trabajar en la familia, ya sea la madre o el padre, esposo u esposa, deben darle seguimiento a su familia.
Cuarto punto: la autodisciplina de los lideres, también es una causal para una ciada, esto implica también el lado alimenticio, se vuelven mas glotones y las consecuencias son notables, porque luego los gobierna los deseos de la carne y entre estos la gula. En el evangelio este pecado se esta poniendo como algo normal, pero Jesús enseña lo contrario y nos advierte sobre este pecado Lucas 21:34.
Quinto punto: los lideres oran y leen la Biblia solo cuando les toca dar un sermón o ministrar la congregación, ante Dios esto es un grave problema. Ya que solo estaremos buscándolo por algún propósito, nos acordamos de él solo en esos momentos. A sabiendas que debemos amar a Dios de corazón y con todas nuestras fuerzas. Mateo 7:22-23 nos muestra que podemos ministrar a Dios eficazmente y aun fracasar si Él no nos conoce. Todo líder que no busca a Dios con un propósito, terminara en un fracaso moral, jamas tendrá la gracia y el poder espiritual para poder vender las presiones cotidianas, del matrimonio, la vida y el ministerio.
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Sexto punto: en la actualidad se ven muchos lideres, con reconocimientos, con títulos, incluso les gusta los elogios. Las invitaciones a grandes eventos, si no se arrepienten antes su destino sera trágico. Cuando nos exaltamos, Dios nos humilla como lo dice (Lucas 14:11), esto incluye también a el que quiere vana gloriarse (Prov. 25:27).
Para culminar: estos lideres utilizan a las personas como herramientas para sus negocios o ministerios. En vez de capacitarlas para su bien. Estas personas notaran el interés del líder de solo querer usarlos, y así mismo se apartaran de el por desconfianza. Un verdadero líder debe tener un corazón sincero para ministrar a los demás, cuando tienen un ministerio debe servir a su prójimo, y no que sea atendido solamente él. Se crean una mentalidad en que solo ellos tienen derecho y los demás no, se vuelven arrogantes y terminan destruidos.
Oremos a Dios, por los lideres que se gloríen solo en conocerlo a Él (Filipenses 3:7-11, Jeremías 9:23-24).
Fuente: Charisma News
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