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Cuando era una jovencita de 11 años, Sherry Johnson descubrió un día que estaba a punto de casarse con un miembro de su iglesia de 20 años que la había abusado sexu4lmente.
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“Me lo obligaron”, recuerda. Ella se había quedado embarazada, dice, y las autoridades de bienestar infantil estaban investigando – por lo que su familia y funcionarios de la iglesia decidieron que la manera más sencilla de evitar un caso criminal desordenado era organizar una boda.
“Mi mamá me preguntó si quería casarme, y le dije: ‘No sé, ¿qué es el matrimonio, cómo actúo como esposa?'” Johnson recuerda hoy, muchos años después. “Ella dijo, ‘Bueno, supongo que te vas a casar'”.
Así fue. Un empleado del gobierno en Tampa, Florida, negó casar con un niño de 11 años, aunque esto era legal en el estado, por lo que la fiesta de bodas fue en las cercanías de Pinellas County, donde el secretario emitió una licencia de matrimonio. La licencia (que he examinado) lista su fecha de nacimiento, por lo que los funcionarios eran conscientes de su edad.
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No es de extrañar que el matrimonio no funcionó – dos tercios de los matrimonios de niñas menores de edad no duran, según un estudio – pero interrumpió la asistencia de Johnson a la escuela primaria. Hoy ella está haciendo campaña para una ley estatal para frenar los matrimonios con menores de edad, parte de un movimiento a nivel nacional para acabar con el matrimonio infantil en América. Mientras tanto, los niños menores de 16 años siguen casándose en Florida a razón de uno cada pocos días.
Una gran mayoría de los matrimonios infantiles involucran a mujeres jóvenes y adultas. Tal relación sexual violaría a menudo las leyes legales de la violación, pero el matrimonio a veces la hace legal.
A nivel mundial, una niña se casa antes de la edad de 15 cada siete segundos, según las estimaciones de Save the Children. Al igual que en África y Asia, las razones de estos matrimonios en los Estados Unidos suelen ser culturales o religiosas; Las familias estadounidenses siguen las tradiciones conservadoras cristianas, musulmanas o judías, y los jueces a veces sienten que no deben inmiscuirse en otras culturas.
Johnson, la ex novia involuntaria de 11 años que ahora está luchando por la Florida para establecer una edad mínima de matrimonio (no hay ninguno ahora), dice que su familia asistió a una iglesia conservadora pentecostal y que otras chicas de una edad similar también se casaron periódicamente . A menudo, ella dice, esto era para ocultar violaciones por los ancianos de la iglesia.
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Ella dice que fue violada por un ministro y un parroquiano y dio a luz a una hija cuando tenía sólo 10 años (el certificado de nacimiento lo confirma). Un juez aprobó el matrimonio para poner fin a la investigación de violación, dice, diciéndole: “Lo que queremos es que te cases.”
“Fue una vida terrible”, recuerda Johnson, relatando sus años como un niño que criaba a sus hijos. Se perdió la escuela y recuerda pasar sus días cambiando pañales, discutiendo con su marido y luchando para pagar los gastos. Ella terminó con el embarazo después del embarazo – nueve niños en total – mientras que su marido la abandonó periódicamente.
“Ellos tomaron las esposas de esposarlo”, dice ella, refiriéndose al riesgo que enfrentó de ser arrestado por violación, “de esposarme, casándose conmigo sin que yo supiera lo que estaba haciendo”.
“No se puede conseguir un trabajo, no se puede conseguir un coche, no se puede obtener una licencia, no se puede firmar un contrato de arrendamiento”, añade, “así que ¿por qué permitir que alguien se case cuando todavía están tan ¿joven?”
“Le preguntó a mis padres si podía casarse conmigo”, recuerda. “Mi mamá estaba llorando, estaba tan feliz.”
Duet se sintió impotente para resistir la presión de sus padres – y fue ocho años antes de que pudiera huir de lo que ella dijo que era un matrimonio violento.
“La mayoría de las chicas que se acercan a nosotros aman a sus familias”, dice Reiss una protectora de menores, “y su principal preocupación es que no quieren que sus familias se metan en problemas”.
Los Estados Unidos han denunciado el matrimonio de niños en otros países como un “abuso de derechos humanos que contribuye a las dificultades económicas”, en palabras de un documento del Departamento de Estado publicado el año pasado.
Escuchemosnos a nosotros mismos. Los legisladores estatales deben entender que el matrimonio infantil es devastador en Níger y Afganistán, y también en Nueva York y Florida. Ya es hora de acabar con el matrimonio infantil aquí mismo en América.
Fuente: RT
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