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Ella estaba bendecida en oración desde el momento en que ella estaba en el útero. Sus padres y ambos conjuntos de abuelos son cristianos fuertes. No obstante, cuando empezó a señalar a los ángeles y a contar de ellos con sus padres, no estaban muy seguros de qué pensar o que sucedía.
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Todo empezó hace un año, cuando comenzó a hablar. “Todas las mañanas, cuando la levantaba, señalaba al techo y decía:” Mira mamá, hay ángeles allá arriba “, dice Caitlyn Sukut, su madre. “Pensé: ‘Qué linda, qué dulce.’ “Emma parecía estar viendo cosas que no podía ver”.
“¿Está imaginando algo?”, decía Caitlyn. “Es difícil saber de qué está hablando una niña de dos años y medio”, admite. “No sé cuánto está en su imaginación y cuánto está viendo realmente.”
Luego de las siestas, Emma hablaba de los ángeles. “¿Cómo es el ángel?”, Preguntó Caitlyn. “Parece a la tía”, respondió Emma, refiriéndose a la hermana de Caitlyn, de 16 años, Hannah.
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Hace varios meses realizaron su primer vuelo en avión con Emma. -Mire a los ángeles, mamá -dijo Emma-. “Vienen con nosotros para ayudarnos a llegar allí ya protegernos”.
“Cuando Emma comenzó a hablar de esto, yo no le había enseñado acerca de los ángeles”, dice Caitlyn. Nunca le dije a sus ángeles que nos protegieran.
Hace varias semanas, Caitlyn entró en la habitación de Emma cuando despertó. -¿Cómo dormiste, Emma?
“Dormí muy bien”, dijo. -Los ángeles y el hombre vinieron -respondió Emma.
“Oh, ¿qué dijeron?” Preguntó mamá.
-El hombre nos protege y nos ama -dijo Emma-. El hombre viene, mamá. El hombre vendrá pronto.
“¿El hombre se parece a Jesús? -preguntó Caitlyn.
-No lo se -respondió Emma-.
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Emma ha visto pinturas de Jesús en la iglesia, pero Caitlyn no está segura si Emma confunda a la persona que vio en su habitación con las diversas representaciones artísticas de Jesús. -No nos referimos a la gente como “El hombre” en nuestra casa -comentó Caitlyn-, por lo que su elección de palabras parecía curiosa.
En una ocasión, cuando madre e hija ingresaron en la iglesia, Emma gritó: “¡Mira a todos los ángeles cantando a Jesús!”
-¿Dónde? -preguntó Caitlyn. Emma señaló hacia el coro, vestida con largas túnicas que fluían.
Por un buen tiempo, Emma parecía estar obsesionada con los ángeles y quería hablar de ellos todo el tiempo. Sin embargo a medida que se acerca a los tres años de edad, los menciona menos.
La abuela de Caitlyn, Lisa Hartman, ha pasado mucho tiempo con Emma. “Le pregunté si había un ángel por mí”, dice Lisa. Sin vacilar, Emma se puso muy seria y miró alrededor de su abuela. Entonces Emma caminó detrás de ella. Ella señaló y dijo: “Sí. ¿No lo ves?
Lisa, que a veces se vuelve nerviosa en los aviones, fue consolada por Emma antes de uno de sus vuelos. “Hay ángeles en el avión”, le dijo a su abuela.
“Fue muy reconfortante para mí”, comenta Lisa. -Era un hecho para Emma. Nadie le preguntó si había ángeles en el avión. Ella se lo contó.
Ademas Lisa observó que Emma ve ángeles alrededor de lugares que podrían ser peligrosos para los niños pequeños, tales como escaleras, escaleras mecánicas e incluso patios de recreo.
“No es sorprendente que los pequeños sin la teología o la enseñanza sean capaces de ver las cosas”, dice Ron Sukut, el abuelo de Emma.
Sukut es el pastor principal en Cornerstone Community Church en San Clemente, California. “Cuando Dios realmente empieza a moverse, los ángeles comienzan a aparecer”, señala. “La única manera de llamar nuestra atención puede ser que Dios se revele a un niño que no puede fabricar estas cosas”.
Cuando el pastor Ron considera la especial sensibilidad de Emma hacia el reino espiritual, piensa en Mateo 18:10, “… sus ángeles en el cielo contemplan continuamente el rostro de Mi Padre que está en los cielos”.
Fuente: God Reports
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