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Nathaniel y Hayley Oliveri estaban abrumados de alegría cuando descubrieron que esperaban a su primer hijo: una chica, Gabriella.
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La oración principal de Hayley era para un nacimiento pacífico, y poco después, Gabriella entró en el mundo.
“La primera media hora fue la media hora más increíble de mi vida”, dice Hayley.
Pero después de esos 30 minutos, la respiración de Gabriella aceleró.
“Se fue poniendo peor y peor”, dice Hayley.
Entonces, el corazón de Gabriella se detuvo.
Sin embargo Nathaniel confió en el poder de Dios, y observando a su esposa dijo: “No tengamos miedo. Oremos y simplemente creamos en Dios”.
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Hayley explico que aquel parecería un momento de fragilidad, pero una visión de Jesús entrando al cuarto le dió una inyección de fuerza y ánimo para no dejar de orar.
“Tuve una visión de Jesús. Lo vi caminar hasta Gabriela y Él colocó Su mano sobre ella”, relató su mama.
Después de cuatro minutos del paro cardíaco, el corazón de su bebé volvió a latir.
“En aquel momento en que vi a Jesús entrando en el cuarto de ella, entendí que todo iba a estar bien”, resaltó Hayley.
A pesar de que el corazón volvió a latir, Gabriella continuaba con su piel gris.
Los doctores en su momento recomendaron a los padres a la pareja a estar atentos a “lo peor”, ya que la oportunidad que la bebé sobreviviera eran imposibles.
“Era como si estuviese en una burbuja, envuelta por la paz de Dios. Dios nos estaba protegiendo, estaba protegiendo a nuestra hija”, continúa Hayley.
Nathaniel dijo que conocia el proposito de Dios, y que entendía el motivo de distintas prueba que atravezó, sabía que Dios lo llamó a compartir el mensaje del Evangelio a toda criatura.
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Fue entonces que el papá de Gabriella empezó a predicar de Jesús y a incentivar a que todos en aquel hospital – médicos y pacientes – tal es así que comenzaron a orar unos por otros. Así sucedió por casi dos días.
Fue así que 2 días luego de que Gabriela se mantuviera en observación y sedada por los médicos, la bebé abrió los ojos y sorprendió a los médicos al observarla sana por completo.
“Ella abrió los ojos, nos miró y fue simplemente increíble”, contó Hayley.
“Si no somos cuidadosos, y agradecemos a Dios en los momentos en que todo esta bien, lo culparemos en los momentos en que las cosas no estan bien. Pero este es el enemigo, que viene para matar, robar y destruir. Pero Jesús es el que trae la vida”, finalizó.
Fuente: Charisma News
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