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Muchas veces hemos leído el Salmo 91 y hemos sido confrontados por su tono familiar, sin embargo, su significado profético afecta profundamente al que lo lee: “El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.” Salmos 91:1-2
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La promesa de protección es tan clara y sin embargo, nosotros, los creyentes, gastamos muchisimo tiempo llenando nuestras mentes y corazones con temor. Nuestra facinación con la calamidad y destrucción aparta el poder de la fe y mina el flujo de maravillas en nuestras vidas. A cada momento, siempre hay dos voces que suenan en nuestras mentes: la voz de la fe revela el reino; y la voz del temor la cual nos encierra, contrista y nos desvía.
Hay planes de grandes avivamientos y derramamiento del Espíritu para esta generación, sin embargo, estas intencíones estan siendo tapadas por una mentalidad temerosa que solo quiere correr y ocultarse.
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Nuestra cercanía al Padre es crítica en lo que respecta a nuestra protección y seguridad, y para las promesas presentes y futuras. En este poderoso capítulo, se nos llama a habitar (permanecer) cerca de Él bajo la cubierta de Sus alas. Realmente es muy dificil oír la voz del enemigo cuando uno se encuentra cobijado junto al Padre.
Mientras nos sumergimos en este pasaje, la relevancia de este mover de Dios es impactante. Este mover de Dios está centrado en la presencia, basado en la presencia y generado por la misma presencia. Uno de los componentes principales de este paradigma emergente de avivamientos y centros apostólicos es la oración. Ningun movimiento a encendido este fuego más que un movimiento basado en la orcaión.
Los guerreros dedicados de las diferentes ramas de los movimientos de oración han dado sus vidas a la tarea de establecer el tabernáculo en comunidades a lo largo del globo. ¿Que es establecer el tabernáculo? Justamente es el lugar de habitación del que habla el salmo 91. Es la llamada a crear ministerios que demuestren y valoren la presencia de Dios. La presencia de Dios es una señal en el camino de este movimiento.
Un joven dijo en las redes sociales hace poco: “Dios me dijo que ‘el cuarto principal de una casa será el cuarto de oración’ pude ver personas intercediendo y adorando mientras oraban en la Iglesia”. Lo que cuenta este joven tiene sentido, ya que hay una unión íntima entre la adoración y la intercesión. Hemos llegado a un tiempo en el que la adoración es la antesala y la presencia es el galardón.
Hay una generación que está buscando el poder para que la Iglesia despierte y que haya una transformación global sin presedentes. Hay un remanente que no está satisfecho con las tareas religiosas sino que busca desesperadamente el corazon de Dios y la manifestación de su presencia completa.
La protección Divina y la ayuda de ángeles son la norma para los hijos e hijas del Dios viviente. Los que moren en el cielo deberían esperar una protección divina completa, asi como las advertencias y la ǵuía del Espiritu.
Las personas poseídas por demonios estan realizando actos horrendos y esto es resultado de que la cultura haya abrazado completamente al satanismo. Sin embargo, en medio de estos tiempos de adversidad hay una abundante cantidad de promesas de seguridad para la gente de Dios. Nuestra cercana e íntima relacion con el Padre nos da poder y seguridad divina. Esta es una era sobrenatural.
En estos tiempos, veremos como el Salmo 91 se cumple gloriosamente en todos los que temen a Dios.
Salmos 91:11 “Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos.”
Fuente: Charisma Magazine
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