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La CNBC presentó una entrevista sobre un hombre a quien se le puso el Microchip como prueba cientifica para dejar de usar el dinero. Este es el Testimonio (relato):
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“Es el final del invierno en Estocolmo y yo estoy sentado en una habitación muy pequeña dentro de la clínica , mi cuerpo esta calmado.
A pocos pasos de distancia se encuentra la jeringa que, muy pronto, se sumergirá en la grasa entre el pulgar y el índice y depositaran un microchip acristalado aproximadamente del tamaño de un grano de arroz hinchado .
“Tranquilicese un poco!” pide un hombre tatuado llamado Chai, mientras corre un hisopo de algodón empapado en alcohol a través de mi mano. “Está bien. Usted está recibiendo un microchip implantado en su cuerpo. Sería raro si no se volviera un poco loco.” Por supuesto, porque duele
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Mi elección para conseguir un microchip no era ceremonial. No fue ni una declaración transhumanista ni el cumplimiento de un sueño de niño nacido de tardes de lectura de ciencia ficción.
Estuve aquí en Estocolmo, una ciudad que supuestamente dejó el dinero en efectivo detrás, y accedi para ver la conclusión extrema de un experimento de un mes a vivir sin dinero en efectivo, o tarjetas de crédito físicas, promovido por el Estado para poder subsistir con un microchip y pagar mis necesidades basicas.
Algunos de los más potentes corporaciones en el mundo – Apple, Facebook y Google; los Goliat, los individuos grandes, las empresas que hacen las apuestas más seguras y rara vez pierdan – están invirtiendo recursos en la industria de pagos, históricamente un complicado negocio de bajo margen.
Mientras tanto, empresas como Uber y Airbnb se han visto obligados a convertirse en gigantes, ayudando a facilitar y procesar millones de transacciones (y millones de dólares) cada día. Un reciente informe del auditor KPMG reveló que la inversión global en Fintech – tecnología financiera, es – un total de $ 19.1 mil millones en 2015, un salto de 106% en comparación con 2014; inversión de capital riesgo por sí solo casi se quintuplicó entre 2012 y el año pasado.
En 2014, los estadounidenses gastaron más de $ 3.68 billón usando tecnología tap-to-pay, según eMarketer. En 2015, la cifra fue de $ 8,71 mil millones, y en 2019, se proyecta que llegará a $ 210.45 millones. Como dijo el CEO de Apple, Tim Cook (advertido?) A una multitud en el Reino Unido se pasado mes de noviembre, “Sus hijos no sabrán qué es el dinero.”
“ Estuve aquí porque quería ver el futuro del dinero. Pero, en realidad, sólo quería que pagar por alguna cosa con un microchip en la mano.”
Imagina ese futuro: Todos los días de ir a Starbucks antes de trabajar porque está justo cerca de su casa. Que utilice la aplicación, y para asegurar su patrocinio confiable, Starbucks de una recompensa de lealtad, que le da una taza de café gratis cada 15 visitas. Gran oferta, usted dice! O’Dell no está de acuerdo. Según él, Starbucks se acaba haciendo daño a sus márgenes dándole algo que ya estaría comprando. El verdadero truco, según él, está cambiando su comportamiento. Se ofrece un nuevo escenario en el que esta vez, en lugar de un café gratis cada 15 visitas, se obtiene un bollo libre – que se intenta y luego darse cuenta de que va muy bien con el café. Así que empezar a comprar un bollo vez a la semana, entonces tal vez dos veces por semana, hasta que empieza a sentir como si fuera su idea desde el principio.
“Pero ese es el valiente nuevo mundo, el hombre,” él replicó. “Movimiento de los pagos de los golpes de plástico a los grifos digitales va a cambiar cómo las empresas influyen en su comportamiento. Eso es lo que estás preguntando, ¿verdad? Bueno, así es como lo estamos haciendo.”
El mundo está llegando a su fin y dia tras dia se confirman los eventos biblicos, hoy el implante del microchip, la marca de la bestia ya esta en marcha.
Fuente: CNBC
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