Tiempos Finales: El Gobierno de Canadá propone legalizar el suicidio asistido
Justin Trudeau, el primer ministro quiere reconocer el derecho a la muerte digna en condiciones médicas “graves e irreversibles”.
El Gobierno del primer ministro de Canadá, presentó este jueves un proyecto de ley para legalizar el suicidio asistido en dicho país en los casos de enfermos con condiciones médicas “graves e irreversibles” y “que se acerquen al final de su vida”. Esta ley dejará de castigar a aquellos sanitarios que proporcionen a estos enfermos los medios o conocimientos para poner fin intencionadamente a su vida, sólo será válida para los ciudadanos canadienses.
“Es un tema muy difícil de abordar y a su vez personal, hemos buscado cuidadosamente las mejores fórmulas para apoyar a aquellos que viven con un gran sufrimiento”, ha declarado en su cuenta de Twitter Trudeau, quien ha indicado a los miembros de su partido que podrán votar en contra de la legislación en el Parlamento, si el texto contradice sus creencias religiosas.
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El proyecto de ley impulsado por el mismo primer ministro, contempla el derecho al suicidio asistido para los adultos mayores de 18 años con condiciones médicas irreversibles y cuya “muerte natural sea razonablemente previsible”. Los solicitantes deberán presentar su petición por escrito y contar con el respaldo de dos testigos y dos médicos o enfermeras independientes.
La norma contempla un “período de reflexión” obligatorio de 15 días en los que el solicitante puede retirar su petición. Excluye, pasivamente a los enfermos mentales y “menores maduros”, cuyas solicitudes deberán ser analizadas por varios equipos independientes.
En febrero del año pasado, el Tribunal Supremo de Canadá revocó la ley federal que prohibía el suicidio asistido en el país. Los jueces determinaron, en un voto unánime, que era inconstitucional negar este derecho a los adultos cuyo “sufrimiento sea intolerable” por padecer “una condición médica grave e irreversible”.
El Supremo dio entonces un año de plazo al Gobierno para crear una nueva legislación, pero el ejecutivo del conservador Stephen Harper nunca avanzó el proceso. Ante el vacío legal, Quebec aprobó su propia ley —en enero falleció el primer paciente con ayuda de un médico— y el texto ha servido desde entonces para proteger a varios doctores en distintas provincias canadienses.
La propuesta de ley canadiense deja de castigar a los sanitarios que ayuden a morir a quien lo solicite, si este está grave e irreversiblemente enfermo.
Por entonces, la norma, no hace diferencia entre proporcionar los medios al enfermo para que este ponga fin a su vida (prescribirle o darle los fármacos) o administrárselos.
Las legislaciones de otros países sí hacen esa distinción entre lo que consideran suicidio médicamente asistido o eutanasia. La diferencia en estas leyes es quién administra los fármacos que ponen fin a la vida.
Fuente: El País