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Un descendiente paquistaní del profeta islámico Mahoma que fue casi muerto a puñaladas por musulmanes radicales, volvió a la vida por el poder de Jesucristo. Luego de tal poderosa experiencia, publicó un libro en el que detalla como escapó del extremismo islámico que amenazó su vida.
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Ali Syed Hasnain Shah, que proviene de una prominente familia chií con conexión genealógica directa a Mahoma, detalla en su libro, “El Costo: mi vida en una lista negra del terrorismo”, cómo pasó de ser un miembro de uno de los más prestigiosas familias Islámicas en la ciudad de Lahore a un infiel obligado a moverse de ciudad en ciudad para escapar de la ira de los radicales wahabíes que lo buscaban para matarlo.
Todo comenzó cuando Ali, que no es su verdadero nombre, fue enviado en en 2007 en un viaje a Oxford, Inglaterra, cuando tenía 15 años. En el mismo visitaría a su tía Gulshan que se encontraba enferma.
Días después de llegar al Reino Unido, Ali hizo un comentario acerca de los cristianos. Inmediatamente el asistente de su tía le dijo que tuviera cuidado acerca de la forma en que habla de los cristianos ya que su tía había dejado el Islam y se había convertido a Cristo años antes de que él hubiera nacido.
Aún sin comprender por qué su tía se había convertido a Cristo, Ali decidió asistir a la iglesia junto con ella para conocer más del asunto.
El pastor preguntó a los presentes, “¿quién quiere ver a Jesús?”
“Yo quería ver a Jesús. Él era el enigma en el centro de todo esto, él era la razón por la que mi tía Gulshan le había dado la espalda a su familia, su patrimonio y su religión”, contó Ali. “Él era el culpable, y en ese momento había un hombre ofreciendome la oportunidad de verlo por mí cuenta.”
El pastor oró por Ali y le dijo que cerrara los ojos. Mientras que el hombre oró, Ali dijo que sintió calor saliendo de las manos del pastor mientras que una luz muy brillante pasaba a través de sus párpados.
“Mi hijo,” oyó Ali una voz que lo llamaba. “Tú querías verme. Aquí estoy. Obedéceme. Perdonaré tus pecados y te daré vida eterna.”
Esa noche, Ali volvió a casa de su tía y recuerda haberse dormido rapidamente. Esa noche, Ali cuenta que Jesús se le apareció en un sueño.
“No tengas miedo”, recuerda Ali que Jesús le dijo en el sueño. “Te protegeré.”
Cuenado Ali regresó a Pakistán, se dejó la mezquita y la cultura tradicional de la oración musulmana. En vez de ir a una mezquita para cumplir con sus necesidades espirituales, Ali comenzó a ir al techo de su casa para orar a Jesús.
A pesar de que Alí temía ser descubierto, nadie supo de su conversión en ese entonces.
En 2007, Ali participó de una conversación con sus compañeros de escuela en el patio de la escuela. La misma trataba acerca de la forma correcta de sacrificar un animal con el fin de ser absuelto del pecado.
“Ustedes están equivocados,” dijo Ali. “El sacrificio de un animal no es la forma correcta de tratar con el pecado. Yo tuve un sueño cuando estuve en Inglaterra, que me mostró la verdad. Si ustedes quieren lidiar con el pecado, deben orar a Jesús.”
Al día siguiente, después de salir de la escuela, Ali fue atacado por un compañero y varios primos del muchacho. Después de que Ali fue pateado en el suelo quedando inmóvil, pudo ver a un hombre mayor con barba y turbante que se aproximaba.
“Ha intentado hacer apostatar a nuestros hijos”, recuerda Ali que dijo el hombre. “El Islam me da el derecho de matar a cualquier infiel que haga esto o hable en contra de nuestro amado profeta.”
El hombre, que formaba parte parte de un grupo radical suní, metió la mano en el bolsillo y sacó una navaja y apuñaló a Ali en el pecho. El cuchillo por poco no hirió el corazón de Ali pero le perforó el pulmón.
Ali no pudo luchar más y cayó inconsciente ya que el dolor en el pecho era demasiado grande.
Ali dijo que en ese instante oyó la voz de Jesús.
“Fuiste herido porque me estabas defendiendo”. Ali recuerda que Jesús le dijo. “No te dejaré morir … Yo te protegeré.”
Cuando Ali volvió en sí, su madre le dijo que un guardia de seguridad lo encontró y lo llevó al hospital.
“Recordé a Jesús, su mano en mi pecho y sus palabras. Y supe que él era el que me había salvado,” dijo Ali. “Él fue el que me había protegido, como lo prometió en el sueño. Él fue el que me había devuelto la vida.”
Fuente: Diario Cristiano
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