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Hawa creció en una familia musulmana rica en el Cuerno de África. Sus padres tenían grandes planes para ella. Ellos querían enviarla a un país árabe para su instrucción espiritual. Ella también estaba comprometida con un hombre musulmán que vive en Estados Unidos. Sin embargo, todo quedó en suspenso cuando ella se enfermó.
Sin embargo, en el hospital, tuvo una experiencia espiritual que cambió su vida. “Tuve un sueño [en el que] vi a un hombre que estaba sonriendo y llorando al mismo tiempo. De alguna manera sabía que estaba llorando por mí.” Ninguno de su familia pudo explicar el sueño. Sin embargo, el jefe de su mezquita, que era seguidor en secreto de Cristo, le dijo que aquel hombre del sueño era el Mesías y le dio una Biblia. “Comencé a leer la Biblia continuamente, y poco a poco, aprendí sobre el amor de Jesús por todos los hombres. Y eso me cambió desde el interior.”
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Hawa mantuvo su fe en secreto, pero un día, su familia descubrió su Biblia. Su padre se enfureció y la golpeó y luego echó de su casa. “Estás muerta para nosotros!” Su prometido también rompió el compromiso. Hawa estaba triste, pero cuenta: “El amor de Cristo fue de más valor para mí que el amor de mi familia.”
Su hermana, Zulfa, había aprendido lo suficiente sobre Cristo de Hawa como para unirse a ella en su camino de sufrimiento. De repente, estas dos mujeres jóvenes que habían estado siempre tan abrigadas eran indigentes. No tenían dinero, sin hogar, sin amigos, y eran odiadas por toda su familia.
Para empeorar las cosas, Hawa, un día se fracturó uno de los discos de su columna vertebral al caer en una zanja al lado de la carretera mientras trataba de escapar de un tío enojado. Zulfa trató de proporcionar un ingreso para ellas vendiendo panes horneados en brazas. Los vapores y el humo al que estuvieron expuestas dañaron sus ojos tanto así que temían perder la vista.
Hawa y Zulfa pasaron por un tiempo muy oscuro de sufrimiento. Pero, gracias a Dios reciben apoyo de cristianos de los alrededores. La organización Open Doors les proporcionaron atención médica a Zulfa y luego las ayudaron a iniciar un pequeño negocio. Su cafetería genera un buen ingreso que les ayuda a solventar todos sus gastos e incluso tener algún beneficio.
Hawa mira hacia atrás en su tiempo de sufrimiento y dice que la ayuda de Open Doors trajo luz a su oscuridad. “La luz está aumentando día a día. Les agradezco por su ayuda. Dios los bendiga.”
Fuente: Charisma News
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