San Valentín: La Festividad Lujuriosa y Satánica
El Día de San Valentín es la “festividad del amor” del mundo. La Biblia enseña que Dios es amor (I Juan 4:8, 16), ¿aprueba Él la celebración de este día? ¿Quiere Él que su pueblo ” los verdaderos cristianos ” tomen parte de los dulces y tarjetas, o de cualquier costumbre asociada con este día?
Cuando Dios dice que desea que usted viva una vida abundante (Juan 10:10), ¿incluye eso celebrar una festividad de gozo, aparentemente inofensiva, como el Día de San Valentín? El Dios que nos da todo ” vida, alimento, bebida, la capacidad de pensar por nosotros mismos, etc. “seguramente aprueba el Día de San Valentín, la festividad para que los amantes intercambien obsequios, ¿cierto?
Primero conozca el pasado de San Valentín
Así como la Navidad, la Pascua florida, Halloween, el Año Nuevo y otras festividades de este mundo, el Día de San Valentín es otro intento de “encubrir” las costumbres pervertidas y las observancias de los dioses paganos y los ídolos para “cristianizarlos”.
Tan inocente e inofensivo como pueda parecer el Día de San Valentín, sus tradiciones y costumbres se originan de dos de los festivales paganos más pervertidos sexualmente de la historia antigua: Lupercalia y el día de fiesta de Juno Februata.
Celebrada el 15 de Febrero, Lupercalia (conocida como la “fiesta de licencia sexual”) fue mantenida por los antiguos romanos en honor de Luperco, el dios de la fertilidad y agricultura, protector de manadas y cosechas, y un poderoso cazador ” especialmente de lobos. Los romanos creían que Luperco protegería a Roma de bandas de lobos, los cuáles devoraban ganado y personas.
Ayudados por las vírgenes vestales, los Luperci (sacerdotes masculinos) conducían los ritos de purificación al sacrificar cabras y un perro en la cueva de Luperco en la colina de Palatina, donde los romanos creían que los gemelos Rómulo y Remo se habían refugiado y habían sido alimentados por una loba antes de que finalmente fundaran Roma. Vestidos de un taparrabos hecho de cabras sacrificadas y rociadas de su sangre, los Luperci corrían por Roma, golpeando a las mujeres con februa, correas hechas de pieles de cabras sacrificadas. Los Luperci creían que los azotes purificaban a las mujeres y les garantizaban su fecundidad y un fácil nacimiento. Febrero se deriva de februa o “medios de purificación”.
Para los romanos, febrero era también sagrado para Juno Februata, la diosa de febris (“fiebre”) del amor, y de las mujeres y el matrimonio. El 14 de febrero, se ponían billetes (pequeñas piezas de papel, cada una de las cuales tenían el nombre escrito de una adolescente) en un contenedor. Los jóvenes adolescentes entonces escogían un billete al azar. Los muchachos y muchachas cuyos nombres fueron escogidos se convertían en “pareja”, uniéndose en juegos eróticos en festivales y fiestas por toda Roma. Después del festival, ellos permanecerían como parejas sexuales por el resto del año. Esta costumbre fue observada por siglos en el Imperio Romano.
Encubriendo la perversión
En 494 D.C, el Papa Gelasio renombró el festival de Juno Februata como la “Fiesta de la purificación de la virgen María”. La fecha de su observancia fue más tarde cambiada del 14 de febrero al 2 de febrero. Es también conocida como la Candelaria, la presentación del Señor, la purificación de la virgen bendecida y la Fiesta de la presentación de Cristo en el Templo.
Después de que Constantino había hecho de la marca del cristianismo de la iglesia romana la religión oficial del Imperio Romano (en el año 325 D.C.), los líderes de la iglesia quisieron eliminar los festivales paganos de la gente. Lupercalia era la primera en su lista. Pero los ciudadanos romanos pensaban de forma diferente.
No fue hasta el año 496 D.C. que la iglesia en Roma pudo hacer algo acerca de Lupercalia. Incapaz de eliminarla, el Papa Gelasio la cambió del 15 de febrero al 14 y la llamó el Día de San Valentín. Esta fue nombrada así por uno de los santos de esa iglesia, quién en el año 270 D.C, fue ejecutado por el emperador debido a sus creencias.
De acuerdo a la Enciclopedia Católica, “por lo menos tres diferentes San Valentín, todos ellos mártires, son mencionados en las primeros martirologios bajo la fecha del 14 de febrero. Uno es descrito como un sacerdote de Roma, otro como un obispo de Interamna (actualmente Terni), y estos dos parecen haber sufrido en la segunda mitad del tercer siglo y haber sido sepultados sobre la vía Flaminia, pero a diferente distancia de la ciudad de el tercer San Valentín, que sufrió en África junto con un número de compañeros, no se conoce nada más”. Varias biografías de diferentes hombres llamados Valentín fueron combinados en un San Valentín “oficial”.
La iglesia encubrió a Lupercalia aún más. En lugar de poner los nombres de las muchachas en una caja, los nombres de los “santos” fueron escogidos por muchachos y muchachas. Era entonces la responsabilidad de cada persona imitar la vida del santo cuyo nombre él o ella habían escogido. Esto fue un vano intento de Roma para “encubrir” una observancia pagana “cristianizándola”, la cuál Dios no ha dado al hombre el poder o autoridad para hacerlo. Aunque la iglesia en Roma había prohibido el sorteo sexual, hombres jóvenes aún practicaban una versión menos fuerte, enviando a las mujeres que ellos deseaban un mensaje romántico escrito a mano conteniendo el nombre de San Valentín.
Con los siglos, las tarjetas del Día de San Valentín llegaron a ser populares, especialmente a finales del siglo dieciocho y a principios del siglo diecinueve. Estas tarjetas eran pintadas con fotos de Cupido y corazones, y meticulosamente decoradas con encaje, seda o flores.
El primer hombre llamado Valentín
¿Pero quién fue el Valentín original? ¿Qué significa el nombre Valentín?
Valentín viene del latín Valentinus, el cual se deriva de valens ” “ser fuerte, valiente, grande, poderoso”. La Biblia describe a un hombre con un título semejante: “Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra. Este fue vigoroso cazador delante del ETERNO; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante del ETERNO”. (Gén. 10:8-9). Se decía que cazaba con arco y flecha.
Como fue mencionado, los romanos celebraban Lupercalia en honor al dios cazador Luperco. Para los griegos, de quienes los romanos habían copiado la mayor parte de su mitología, Luperco era conocido como Pan, el dios de la luz. Los fenicios adoraron la misma deidad como Baal, el dios sol. Baal fue uno de los muchos nombres o títulos de Nimrod, un vigoroso cazador, especialmente de lobos. Él también fue el fundador y el primer señor de Babel (Gén. 10:10-12). Desafiando a Dios, Nimrod fue el originador de la religión Babilónica Misteriosa, cuyas mitologías habían sido copiadas por los egipcios, los griegos, los romanos y una multitud de otros pueblos antiguos. Bajo diferentes nombres o títulos ” Pan, Luperco, Saturno, Osiris ” Nimrod es el hombre fuerte y dios guerrero cazador de los antiguos.
Pero ¿qué tiene que ver el símbolo del corazón con un día que da honor a Nimrod/Valentín?
El título Baal significa “señor” o “maestro”, y es mencionado a través de la Biblia como el dios de los paganos. Dios advirtió a su pueblo a no adorar o siquiera tolerar aún los caminos de Baal (Nimrod). En el antiguo caldeo (el idioma de los babilónicos), bal, el cuál es semejante a Baal, significa, “corazón”. Aquí es dónde el símbolo de corazón de Valentín se originó.
Ahora note el nombre Cupido. Viene del verbo Latín cupere, que significa “deseo”. Cupido era el hijo de Venus, la diosa romana de la belleza y el amor. También conocida como Eros en la antigua Grecia, él fue el hijo de Afrodita. Según el mito, él fue responsable de impregnar numerosas diosas y mortales. Cupido fue un arquero de apariencia infantil (recuerde, Nimrod era un arquero hábil). La mitología describe a Cupido como teniendo ambas personalidades cruel y feliz. Él utilizaría sus flechas invisibles, con la punta cubierta con oro, para impactar a hombres y mujeres confiados, causándoles enamorarse locamente. Él no hacía esto para beneficio de ellos, sino para manejarlos con pasión intensa, para hacer sus vidas miserables, y para reírse de los resultados.
Muchos de los dioses de los egipcios, griegos, romanos, asirios y otros fueron copiados de un hombre ” Nimrod.
Pero ¿qué tiene que ver con nosotros hoy? ¿Por qué debería preocuparnos lo que sucedió en el pasado?
Esto deberia ser analizado biblicamente por nosotros como cristianos. Todo lo que no este escrito en la palabra, debe ser desechado, porque Dios es un Dios celoso y solo debemos honrar y glorificar su Nombre.